Investigación sobre la electrosensibilidad (EHS): la ANSES publica su informe
- 31/08/2019
- Ondas & Salud, Salud medioambiental
Nuevas investigaciones de la ANSES para comprender la electrosensibilidad
El pasado mes de marzo, la ANSES ( Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, el Medio Ambiente y el Trabajo) publicó un informe sobre la electrosensibilidad. Este informe de 380 páginas es fruto de cuatro años de reflexión y estudio por parte de un grupo de trabajo de unos cuarenta expertos de todos los sectores: asociaciones, médicos, investigadores y otros especialistas.
No es el primer estudio que realiza esta organización sobre el tema del electromagnetismo, ya que en 2003, 2005, 2009, 2013 y más recientemente en 2016 se llevaron a cabo estudios sobre la exposición a radiofrecuencias y sus efectos sobre la salud. Fue en esta época cuando crecieron los interrogantes sobre la exposición continua a fuentes de radiofrecuencia y eléctricas.
Este nuevo informe añade una nueva dimensión, ya que pretende comprender y encontrar explicaciones a la cuestión de la electrosensibilidad o hipersensibilidad electromagnética (EHS), cuyo número de casos que afirman padecer este síndrome no ha dejado de crecer desde hace años.
EHS: ¿está causado por la exposición a ondas electromagnéticas y cuáles son sus síntomas?
El informe utiliza la definición proporcionada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) para establecer los tres criterios principales de laintolerancia ambiental idiopática a los campos electromagnéticos o EHS: «la percepción por los sujetos de síntomas inespecíficos, la atribución por los propios sujetos de estos síntomas a la exposición a campos electromagnéticos y la ausencia de pruebas clínicas y biológicas que expliquen estos síntomas».
El estudio también muestra que los dolores que declaran padecer las personas que afirman sufrir electrosensibilidad (EHS) suelen ser los mismos: dolores de cabeza, trastornos del sueño y problemas de memoria.
Por otra parte, sobre la base del estudio y de los testimonios recogidos, las fuentes de radiaciones electromagnéticas más acusadas son las fuentes de radiofrecuencia (WiFi, telefonía móvil, antenas repetidoras, etc.), así como las fuentes de baja frecuencia (Linky meter, líneas e instalaciones eléctricas).
Conclusiones y recomendaciones de la Agencia: debemos maximizar nuestros esfuerzos para prevenir la electrosensibilidad.
Hasta la fecha, ni la ciencia ni este estudio han podido demostrar una relación causal real entre los síntomas que manifiestan las personas que se describen a sí mismas como aquejadas de hipersensibilidad electromagnética y su exposición a los campos electromagnéticos.
No obstante, la ANSES concluye que «el dolor y el sufrimiento expresados por las personas que afirman padecer electrosensibilidad corresponden efectivamente a una experiencia real». Como consecuencia, se ven obligados a adaptar su vida cotidiana y sus condiciones de vida para salir adelante.
También destaca la importancia de proseguir y ampliar la investigación sobre esta compleja cuestión, con vistas a tener más en cuenta a las personas electrosensibles y encontrar soluciones para mejorar sus condiciones de vida.
Por último, la agencia subraya la necesidad de maximizar los esfuerzos de prevención y desarrollar la formación de los profesionales de la salud sobre la cuestión de la intolerancia ambiental idiopática atribuida a los campos electromagnéticos.
Esta nueva publicación reaviva una vez más el debate sobre la exposición a todo tipo de fuentes de campos electromagnéticos y los efectos que parecen tener sobre las personas.
La implantación hace unos años del sistema de medición de la exposición de las personas a los campos electromagnéticos en los hogares y lugares públicos, y la entrada en vigor del Decreto 2016-1074 para medir la exposición en el lugar de trabajo no hacen sino acentuar la necesidad de tener en cuenta este nuevo riesgo.
Aunque todavía no se ha detectado ninguna relación real entre causa y efecto, y este síndrome de hiperelectrosensibilidad parece afectar sólo a una proporción ínfima de la población, está aumentando el número de individuos que afirman padecerlo. Basándonos en las recomendaciones de la Agencia, debemos seguir investigando para mejorar la gestión de este síndrome emergente.
Para consultar el informe de la ANSES, haga clic aquí